jueves, 11 de diciembre de 2014

Trans-Siberian Orchestra: la banda sonora ideal para las Navidades

Por Laura Cristaldi


Como toda buena italiana que vive en el extranjero y que tiene familia en patria, siempre vuelvo a mi casa por Navidades. En mi familia tenemos la costumbre de celebrar la Nochevieja todos juntos con mis padres, hermanos y sobrinos. Sin necesitad de juntar a tíos, primos o familia lejana (viven en otras zonas del país) ya somos 15, desde los 10 años de mi sobrino Alberto, el más pequeño, a los 80 de mi padre, cubriendo todos los rangos de edades. Yo, que tengo 36, estoy un poco en el medio; típica situación atípica: llegué por sorpresa cuando mis padres ya habían pasado los 40 y tenían 3 hijos adolescentes, así que me llevo más años de diferencia con mis hermanos que con los mayores de mis sobrinos, pero esto poco importa, era para dar una idea general de la variedad de gente que se junta la noche del 24 de diciembre en mi casa para cenar los míticos tortelloni que hace mi madre (emiliana de origen), beber prácticamente todo lo que hay en la mesa, comer panettone, jugar al bingo y al Mercante in Fiera (un juego de cartas típico de Italia) y charlar en alegría.

Cenar en silencio en ocasiones así importantes es un poco triste, y poner la televisión lo es aún más, así que la música es, por supuesto, nuestra compañía. Aunque, podéis imaginar, con un panorama tan heterogéneo, es bastante complicado acertar con la música que pueda satisfacer a todos los gustos. Mi madre escucha solo música clásica, mientras que mi padre se ha quedado en Aretha Franklin y Frank Sinatra. Mi hermano Marco es un amante del rock progresivo raro y rebuscado, estilo Marillon o Emerson, Lake & Palmer, a mi hermana Ida le gusta la música italiana, mientras que Anna es más rockera. Luego están los “niños”, cuyos gustos musicales están en continua evolución, como es justo que sea. A mi sobrina Arianna, que tiene 25 años, le va el dark, a Dario, que tiene 21, el buen rock, mientras que Edoardo, con 18, tiene gustos finos y rebuscados y va a épocas: tras un año escuchando solo Sting & The Police, ahora tiene la fase Neil Young. A Angela y Riccardo les gusta la música comercial que se escucha por radio, mientras que al pequeño Alberto las canciones de los dibujos animados.

Encontrar una banda sonora para nuestras Nocheviejas familiares era un drama, cada uno aportaba lo suyo, mientras que los otros miembros de la familia aguantaban en silencio por una media hora, hasta pretender un cambio de DJ y también la vieja cinta con temas pop típicos de Navidad acababa siempre antes de la primera parte, ya que las radios no conocen otra música a lo largo del mes de diciembre, y se llega a la noche del 24 que ya uno no puede más con Last Christmas de los Wham, Happy Xmas de John Lennon, Maria Carey con su All I want for Christmas is you o hasta la estupenda Thanks God it’s Christmas de Queen, pero cuando la escuchas 27 veces al día por un mes, ¡ya no lo es tanto!

Esta disputa en mi casa se acabó hace 4 años, cuando yo misma me “convertí” al metal y descubrí el metal sinfónico, con todas sus fusiones y facetas. Un mundo musical inmenso y mágico, del cual también hacer parte la Trans-Siberian Orchestra (abreviado TSO), una orquesta de metal americana fondada en 1996 en Nueva York por Paul O'Neill, Robert Kinkel y Jon Oliva como proyecto alternativo de este a Savatage. El estilo musical de la agrupación incorpora metal sinfónico, rock progresivo y heavy metal, con influencias de la música clásica. Trans-Siberian Orchestra, que toma su nombre del famoso ferrocarril ruso que conecta diferentes culturas al igual que la música, es reconocida por sus versiones de canciones de Navidad. ¡Et voilà!

La respuesta a todas las preguntas, la banda sonora ideal para cualquier Navidad, que encanta a mi madre como le gustan Mozart o Beethoven, a mi hermano por el virtuosismo de la ejecución, al pequeño Alberto por las versiones de canciones populares navideñas que canta en el colegio… Desde hace 4 años ya no se hacen preguntas en mi casa, desde que nos encontramos para el antipasto (normalmente canapés de salmón ahumado: ¡en Navidad nos tratamos bien!), empiezan a tocar las notas de los álbumes de la trilogía navideña de la formación: Christmas Eve and Other Stories, The Christmas Attic y The Lost Christmas Eve, y la Trans-Siberian Orchestra se convierte en auténtica banda sonora de nuestra Navidad.

Es difícil encuadrar la numerosa formación, que en fase de grabación incorpora una orquesta de 40 elementos y un coro, dentro de un estilo musical concreto: las etiquetas más comunes suelen ser rock sinfónico, rock progresivo, metal neoclásico y música clásica. En una palabra: música mágica.

Como siempre, cuando se discute de música, es más fácil dejar hablar las notas y los instrumentos, cerrar los ojos y escuchar; desde las versiones de temas navideños conocidos, como O Holy Night a reinterpretaciones de melodías clásicas, como Christmas Canon Rock, que coge como base el eterno Canon de re mayor de Pachelbel, añadiéndole letra y nuevas melodías. El resultado es extraordinario.


Página web oficial del grupo aquí.

(Enlaces desde YouTube)

Trans Siberian Orchestra- A Mad Russian's Christmas
http://youtu.be/6P9xxJ4V7no?list=PLaYPiBo1HyeUuirwVLP3UMkdcIv8ABDhb

Trans Siberian Orchestra - Full Christmas Albums
http://youtu.be/GFPr0jHu9tQ

¡Feliz Navidad!

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